Ignacio no pertenecía a la clase de personas que priorizaban sus acciones según lo convenido por la sociedad...
Muchos pensaban que huía de la realidad cuando cogía su peugeot 106 verde y
coleccionaba amaneceres y estrellas.
Nada le importaba lo que pensaran, sabía que el barómetro de su dicha solo alcanzaría los topes de bienestar
si seguía haciendo lo que le dictaba su interior.
Asi que sintonizaba su propia melodía sin escuchar albatros ajenos y ponía rumbo a nuevos instantes.
Instantes en los que acurrucaba su alma en los peldaños de la esperanza.
Ignorando incluso que para muchos era ya un ejemplo a seguir.
El ocaso del Sol no marcaba contemplaciones temporales
sino que regía el saber que estaba AQUI en ese preciso instante,
viviendo su vida a su manera.
Entonces detenía su coche y descalzaba su libertad
Muchos pensaban que huía de la realidad cuando cogía su peugeot 106 verde y
coleccionaba amaneceres y estrellas.
Nada le importaba lo que pensaran, sabía que el barómetro de su dicha solo alcanzaría los topes de bienestar
si seguía haciendo lo que le dictaba su interior.
Asi que sintonizaba su propia melodía sin escuchar albatros ajenos y ponía rumbo a nuevos instantes.
Instantes en los que acurrucaba su alma en los peldaños de la esperanza.
Ignorando incluso que para muchos era ya un ejemplo a seguir.
El ocaso del Sol no marcaba contemplaciones temporales
sino que regía el saber que estaba AQUI en ese preciso instante,
viviendo su vida a su manera.
Entonces detenía su coche y descalzaba su libertad
para respirar lo mejor: el PRESENTE.
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